Una paciente de 58 años acudió a la clínica, insatisfecha con las características funcionales y estéticas de su restauración actual. Al masticar, la prótesis parcial inferior y la prótesis completa superior se movían, de manera que no ofrecían una sujeción segura. Los dientes preconfeccionados tenían una apariencia inexpresiva y las zonas mucogingivales presentaban un diseño liso, plano y de aspecto artificial. Tras las extracciones realizadas en el maxilar inferior, las regiones 31 a la 34 estaban sin tratar, ya que no se había ampliado la prótesis parcial. Solo quedaba el diente 46, que la paciente deseaba conservar a toda costa. Se determinó que el molar era conservable, y su examen clínico y radiológico no reveló signos de daños periodontales pronunciados. Tras explicarle a la paciente las consecuencias de una prótesis parcial sobre el único diente remanente 46, se decidió diseñar la nueva prótesis inferior de manera que, en caso de pérdida del diente, pudiera completarse con un diente preconfeccionado mediante una modificación mínima del diseño de la prótesis. Así pues, se decidió trabajar en torno al diente 46 durante la confección de ambas prótesis. La paciente deseaba una nueva restauración de aspecto natural, con una buena sujeción que le proporcionara seguridad al masticar y al hablar. Tras un asesoramiento exhaustivo, se decidió por la confección de una nueva prótesis completa. Para ello, se seleccionó el diente preconfeccionado VITAPAN EXCELL en la forma dental adecuada, a fin de garantizar un aspecto natural y un montaje acorde a las reglas estéticas. En el grupo posterior se utilizaron dientes VITAPAN LINGOFORM. Como base inicial para el trabajo se tomaron impresiones de la situación anatómica con alginato para crear cubetas individuales en el laboratorio. En una segunda sesión, se utilizaron las cubetas para tomar impresiones mucodinámicas. La primera impresión se tomó con silicona A Heavy Body, y la segunda, con Light Body. Tras la confección del modelo maestro, se confeccionaron sobre esta base registros de mordida con rodetes de cera para la determinación de la relación intermaxilar. Mediante los registros intercuspidados intraoralmente se trasladó al articulador la disposición espacial de los maxilares. Tras el análisis del modelo, se inició el montaje en cera personalizado.